de su manada camina.
Cuatro patas siseantes
y la trompa entretenida.
Las orejas de le mueven
y, por su paso mecidas,
le abanican, con su ritmo
ladeado, la barbilla.
Los colmillos, con sus curvas,
cortan el aire y la brisa,
y, con su testuz de cuarzo,
abre en la selva autopistas
Busca las charcas con agua
y, si no las ve, imagina
que se zambullen en un lago
que le sirve de piscina.
Todos los días se quita
el sudor de las costillas,
el polvo de rabo y patas
y el barro de las mejillas.
tiene memoria erudita,
sabe contar hasta ocho
y multiplica deprisa.
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